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alvar fañez

Una visita [imprescindible] al Castillo de Zorita

En estos días aparece un nuevo libro que viene a mostrar y divulgar un elemento capital del patrimonio histórico-artístico alcarreño: el más que milenario edificio del castillo calatravo de Zorita de los Canes, que fue estudiado por Layna Serrano a comienzos del siglo pasado, y lleva ahora décadas de lenta y persistente restauración, devolviéndonos vivo y palpitante este impresionante elemento de nuestra historia. Cómo llegar y visitar este castillo Zorita de los Canes está ubicada en la orilla izquierda del río Tajo, al sur de la provincia de Guadalajara. Tiene actualmente 103 habitantes y está a 642 metros sobre el nivel del mar. Se llega fácilmente por la carretera N-320 que comunica Guadalajara con Cuenca, y a la altura de El Berral se toma la CM-200 que lleva hasta Pastrana, sobrepasando esta localidad descendiendo al valle del Tajo, en dirección a Tarancón, pero nada más pasar el río se desvía a la derecha una pequeña carretera, la GU-219 y a 2 Kms. aparece Zorita. El viajero debe aparcar su vehículo en la parte baja, junto al río y las murallas antiguas, para desde ahí, a pie, dirigirse a visitar la fortaleza. También se puede acceder y tener buenas vistas del conjunto castillero, siguiendo la carretera que se dirige hasta el cercano enclave de Recópolis, a 2 Kms. de la población en dirección Sur. En esa carretera, tomar la desviación que surge, bajo la avanzada prominencia castillera sobre el río, a la izquierda, en dirección a Almonacid. La subida a lo alto, en todo caso, es fácil para cualquier persona en condiciones físicas normales. Siempre con cuidado en las rampas que pueden resultar resbaladizas, y en la altura del castillo, donde el firme tiene continuas subidas y bajadas, huellas revestidas de vegetación de los derrumbes antiguos de muros y estancias. La planta del castillo de Zorita se alarga de norte a sur, estando rodeado todo el recinto con una fuerte muralla, que en muchos lugares lo único que hace es reforzar la cortada roca caliza, obteniendo de este modo, visto a distancia, el efecto de ser todo, roquedal y castillo, una misma cosa. Estos muros, dotados antaño de almenas, ya se encuentran desmochados, aunque en los últimos años se han ido restaurando y consolidando. Y el acceso a este bastión militar se hacía y aún hoy se hace, por dos caminos, penetrando al mismo por dos puertas. El modo más cómodo […]