De 1993 es este libro “Monumentos de Guadalajara”, que sacó en forma de fascículos “El Decano de Guadalajara” aquel periódico entrañablemente nuestro gobernado, dirigido como en la proa de un barco por Salvador Toquero, quien me animó a escribirlo, y consiguió la ayuda (entonces la empresas grandes ayudaban a las tareas culturales provinciales) de la Asociación Central Trillo I.
El autor, Antonio Herrera Casado, que soy yo, escribiendo esto. El fotógrafo, Santiago García Muñoz, atrevido y técnico. El presentador, Salvador Toquero Cortés, de Horche, de Guadalajara, de todos nosotros. Un total de veinte monumentos, con cuatro páginas dedicadas a cada uno de ellos )o sea, un libro de 80 páginas), todo medido, calculado, bien preparado. Así suelen salir siempre bien las cosas.
El contenido es sencillo y esencial, a un tiempo. Desde el palacio del Infantado a la iglesia del Salvador de Cifuentes; desde el monasterio molinés de Buenafuente a El Doncel de Sigüenza”. Siempre (juntos Toquero, y Herrera, y cuantos en tiempos formamos aquella cosa de la Institución Provincial de Cultura “Marqués de Santillana”) empeñados en resaltar los valores de nuestra tierra, sus esencias, sus sonidos ancestrales. Somos, o debemos ser, sus guardianes. Pero todos, sin excepción, debemos serlo. Este libro anima a serlo. Un libro querido, (creo que bonito, agradable de tacto y miradas) y añorado ahora en que se pueden revisar, de una pasada, los libros (esos tiernos y generosos amigos) que nos hicieron, los libros que hicimos.