Los mejores puentes de Castilla la Mancha

viernes, 30 diciembre 2011 0 Por Herrera Casado

TOLEDO: Puente de Alcántara

En todas partes donde hay ríos se ven puentes, obligadamente. En la Antigüedad, los ríos eran las verdaderas fronteras, los límites tangibles de las naciones. Porque con un burro y tus propias piernas, podías cruzar cordilleras, por altas que fuesen, pero un río, sin una barca en que montarte, era imposible cruzar. En los puentes se puso, además de la frontera, el uso que más fortuna ha hecho entre los humanos: el cobro de impuestos por parte de la autoridad que gobierna el puente.

En la parte de Castilla en que vivimos, la ahora denominada Castilla la Mancha, y que cubre la meseta inferior de Castilla hasta el Tajo y la Mancha, hay pocos ríos, es una tierra más bien seca. Así y todo, especialmente en la cabecera de sus cuencas hidrográficas, y especialmente enla del Tajo, llueve bastante y de ella salen muchos ríos. Las actuales provincias de Guadalajara y Cuenca son, por tanto, las que más puentes tienen. Vamos a viajar por las cinco provincias, y destacar al menos un puente en cada una de ellas.

Alcalá del Júcar, en Albacete: el puente medieval

La provincia de Albacete es realmente escasa en puentes. Por una sencilla razón: porque apenas tiene ríos, al menos en sus grandes extensiones de la Mancha, porque en la sierra de Alcaraz sí que encontramos cursos de agua, aunque pequeños (uno de ellos el maravilloso río Mundo), y en las estribaciones de la sierra, por Alcalá, el Júcar) con sus respectivos puentecillos.

Alcalá del Júcar es uno de los lugares más interesantes de la Región, situada en las vertientes rocosas de un hondo tajo por donde corre el Júcar, presidido el paso, el río y el pueblo por un viejo castillo medieval. El pueblo es encantador, y sus alrededores han sido cuidados al máximo. Allí surge un gran puente, que es de origen romano, y que sirvió durante muchos siglos para el paso de las gentes. Al estar en el Camino Real de Castilla a Levante, sirvió de aduana o lugar de pago de impuestos (el pontazgo famoso) durantela Edad Mediay los siglos modernos. Destruido por una riada, en el siglo XVIII fue reconstruido, y hoy está hecho un pincel, iluminado y en orden.

Villarta de San Juan, en Ciudad Real: el puente viejo

En Villarta de San Juan podemos admirar el llamado Puente Viejo, que se extiende sobre un río Cigüela casi siempre seco. De origen romano, porque la población creció, hace dos mil años, junto a la vía augusta que unía Toletum con Laminio. El monumento fue de­clarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en 1983, y podemos localizarlo y admirarlo, ahora completamente restaurado, entre los kilómetros 145 y 146 de la anti­gua carretera nacional Madrid‑Cádiz. Su estructura tiene más de 300 metros de largo y 5 metros de ancho, y está formado por numerosos arcos de medio punto de sille­ría que dan lugar a un total de 36 ojos desiguales y asimétricos, de los que sabemos que, al menos la mitad, fueron construidos en 1573 por Hernán González, maestre de la Catedral de Toledo. Otras memorias en la historia de este puente se remontan a hace dos siglos, cuando en 1808 el ataque a un convoy francés destruyó dos de sus ojos; al construir la nueva ca­rretera en 1920 se ocultó una parte del puente, desapareciendo los pretiles en 1960 y recibiendo grandes daños cuando a finales del siglo XX una gran crecida del Guadiana le supuso señalados daños, lo que supuso el inicio de su final restauración. Añade en su segundo tramo dos apartaderos de forma cua­drangular adosados al lado izquierdo en sentido norte. Un curioso tajamar de planta triangular rompe las aguas que, cuando llueve, bajan por este seco cauce del Cigüela.

Cuenca, el puente de San Pablo

Cuenca está construida sobre un roquedal inmenso, escoltada por los ríos Júcar y Huécar, que corren en la profundidad, sonoros, acompañados de arboledas. Varios puentes cruzan esos ríos, pero sin duda el más notable es el de San Pablo, sobre el rio Huécar, que comunica la ciudad a su salida del arco que hay junto a las Casas Colgadas, con el antiguo convento de dominicos. El original fue construido entre 1533 y 1589 por iniciativa del canónigo Juan de Pozo, y se hizo de piedra, pero con el paso de los años y su deterioro se derrumbó, y en 1902 por fin se construyó el actuial

Se trata de un “puente viga” de unos100 metrosde longitud por40 metrosde altura, cuyos extremo que da a la ciudad apoya en un fuerte estribo de sillería, resto del antiguo puente, y en el lado de San Pablo emerge directamente dela roca. Enel centro tiene un pilar único, de sillería en la vase, y de metal arriba, que le sujeta. El paso, reservado a peatones, ofrece un suelo de maderas y barandas metálicas que realmente causa impresión cruzarlo, viendo en el fondo las arboledas y el río. Mucha gente ha sido incapaz de atrevesarlo entero, por miedo o vértigo, pero el puente, en todo caso, es seguro, y merece la pena contemplarlo y usarlo.

Cerezo de Mohernando, en Guadalajara: el puente del Henares

En Cerezo, que es hoy una pedanía de Humanes, son de ver dos puentes a cual más interesante. El primero, que es magnífico, es el que usan los pescadores del coto de truchas para ponerse las botas y pescar con caña desde el pretil. Se llega por un camino cómodo y llano que atraviesa la vía del tren y baja hasta el río, donde se acaba. El puente se hizo a principios del siglo XX para dar comunicación a la Campiña con las tierras montuosas dela Alcarria. Peroluego no se continuó la carretera, y se quedó ahí, hermoso y grandioso, sin más uso que el de dejar paso a algún tractor y componer un paisaje idílico, porque cincuenta metros aguas arriba del puente se construyó un amplio azud para recoger las aguas del Henares y con ellas crear un canal estrecho que sirviera para dar fuerza a una Central Hidroeléctrica que se levantó aguas abajo. Hoy el azud está seco, y el caudal del río pasa entero por una estrecha compuerta creando ancha poza delante del puente. Este tiene siete ojos, de7 metroscada uno de ancho, con tajamares puntiagudos contrala corriente. Todoél es de ladrillo sobre los pies de piedra caliza, con pretil de lo mismo, un tanto deteriorado, pero, sin duda, uno de los más bonitos puentes de todo el Henares.

Toledo, el puente de Alcántara

El puente de Alcántara es un título redundante, porque en árabe, la lengua en la que originalmente se le denominaba, al qantara es el nombre común de “el puente”. Monumento nacional desde 1920, es junto al puente de San Martín, en el otro lado de la ciudad, el más espectacular y grandioso de la región.

Cruza este puente el río Tajo, facilitando el paso a los que vienen de Madrid, de Ocaña y Aranjuez, Es, por tanto, el primer puente que atraviesa sobre el río en el tránsito que hace este en torno al peñón donde se levanta la ciudad. Grandiosoy espectacular, es un puente de perfil imperial. Se tiene constancia de que ya existía en época de los romanos, y el que sirvió para acceder a Toletum desde la orilla izquierda. Es tan perfecto, que no solo tiene torres sino que se guarda con puertas monumentales y torreadas. La del extremo oriental, es de estilo barroco y la del occidental, en la ciudad ya, es medieval plenamente.

Si los romanos lo levantaron, hacia el siglo III de nuestra Era, en el siglo X los árabes le magnificaron. Hay una inscripción que dice que el puente se acabó de construir en el año 997 por Alef, hijo de Mahomat Alamerí, alcaide de Toledo. Y a mediados del siglo XIII, tras sufrir importantes daños por una riada, Alfonso X el Sabio se animó a reconstruirle de nuevo. De entonces data la puerta torreada occidental que da a la ciudad, que fue fortificada en época de los Reyes Católicos, cuyos escudos de armas se ven tallados en sus muros.

En 1258 se puso una lápida con la siguiente inscripción: En el año de M. é CC. é LVIII años de la Encarnación de nuestro Señor Jesu-Christo, fue el grande diluvio de las aguas, é comenzó antes del mes de Agosto, é duró hasta el Jueves XXVI días andados de Diciembre, é fueron las llenas de las aguas muy grandes por todas las mas de las tierras, é ficieron muy grandes daños en muchos lugares, é señaladamente en España, que derribaron las mas de las puentes que y eran. Entre todas las otras fue derribada una gran partida de esta puente de Toledo que hove fecho Alef, fijo de Mahomat Alameri, Alcaid de Toledo, por mandato de Almansor Aboaumir Mahomat, fijo de Abibamir Albagib de Amir Almoraenin Hirem. E fue acabada en Era de los Moros, que andabe ese tiempo en CCC. é LXXXXI años. E fizola adobar, é renovar el rey D. Alonso fijo del noble rey D. Fernando, é de la reyna Doña Beatriz, que regnaba á esa sazon en Castilla, é en Toledo, é en Leon, é en Galicia, é en Sevilla, é en Cordova, é en Murcia, é en Jaen, é en Baeza, é en Badajoz, é en Algarbe. E fue acabada el Octavo año que él regnó en el año de la Encarnación de M. CC. LVIII, años; é ese año andaba la Era de Cesar en M. CC. É LXXXXVI. Años, é la de Alejandro en M. é D. é LXX años, é la de Moros en DC. É LVII. Años.

El gran estribo junto a la ciudad es de época árabe y tiene un arquito en forma de herradura en su parte superior, siguiéndole dos arcos ligeramente apuntados con una pila intermedia, que es lo que más veces se ha deteriorado y ha habido que rehacer. En la puerta torreada que da a la ciudad, de planta hexagonal con doble puerta, se ven empotradas algunas piedras labradas visigodas. El antiguo torreón oriental, muy deteriorado con los siglos, fue reemplazado por un arco triunfal barroco en 1721. Ante la torre occidental medieval se abría una plaza de armas, escoltada por dos puertas (la del puente yla de SanIldefonso), que había nuevamente que atravesar para entrar ya enla ciudad. Porsupuesto que este, junto con el de San Martín, son los puentes más señalados de Toledo, y sin duda los más emblemáticos de la región, en la que, no obstante, existen otros muchos que desde aquí invito a mis lectores a que viajen para conocerlos.