La figura literaria del año: Maximino Muyo Rubio

viernes, 28 diciembre 2007 2 Por Herrera Casado

No por haber ganado el Planeta, ni por haberse acercado siquiera a uno de los sillones vacantes de la Real Academia Española. Pero sí por haber sido, sin duda alguna, el autor guadalajareño más prolífico durante 2007, es por lo que podemos calificar a Maximino Muyo Rubio, natural de Villacadima, como la figura literaria del 2007 en nuestra provincia. Por esta circunstancia, que no la consigue cualquiera, y que le ha supuesto al autor serrano ver el fruto de largos años de trabajo y dedicación, vamos a charlar con él y sonsacarle alguno de los secretos de su vida, que él muy pulcramente se resiste a declarar. 

Maximino Rubio Muyo, autor de novelas con temática serrana.

 Una vida compleja y dinámica 

Maximino Muyo vino al mundo en el enclave serrano de Villacadima, en 1940, cuando, recién acabada la Guerra Civil, todavía estaba densamente poblado aquel rincón de la provincia. Tercer varón en una serie de seis hermanos, acudió al Colegio Mixto de la localidad, desde los seis a los catorce años, adquiriendo una capacidad de ver el mundo que le ha servido para bandearse en la vida, aunque en aquella aula fría y austera no pasó de controlar, y a medias, las cuatro reglas de cálculo. 

Pero la afición de nuestro personaje se centró especialmente en la lectura. Hasta Villacadima llevó en cierta ocasión su hermano mayor  una Enciclopedia que ambos leían, sacándola de su zurrón, mientras cuidaban las ovejas y las vacas que sacaban a pastar por las altas trochas y prados de la villa. 

-Tuve la suerte- nos dice Muyo Rubio –que a mis hermanos mayores les tocó servir la Mili en Zaragoza, y desde allí nos mandaban a casa libros que compraban, y que yo devoraba con verdadero deleite. Seguí bastantes años en Villacadima, pastoreando y recogiendo, dedicado a lo que hoy se llama pomposamente “agricultura y ganadería”, pero lo mío era irme todos los días al campo, con las ovejas, o a las huertas, a cuidar las verduras, y en ratos libres a leer, a leer… 

Muyo Rubio es un ejemplo de autoilustración en tiempos de anonadamiento. Salió del pueblo para hacer el Servicio Militar, y a seguido ingresó en la Guardia Civil, donde toda su vida desarrolló las tareas encomendadas a este Servicio público, del que ha heredado, como no podía ser menos, un alto sentido del deber, de la honradez, del amor a la Patria… 

Preguntas y respuestas 

-¿Por donde ha discurrido su vida, Maximino? 

– Pues ya lo acaba Ud. de decir: por Villacadima y las Sierra, toda mi infancia, hasta que me fui a la mili a Madrid, y luego de Guardia Civil por mil sitios, hasta que me jubilé y me retiré a Getafe, donde ahora vivo. Pero siempre que puedo, regreso al pueblo, aunque solo sea a pasear por sus calles vacías, por sus entornos verdes y frescos. La familia se quedó con una casa, en pie y conservada, pero cada vez voy menos, sabe Ud? por cuestiones de salud. 

-¿De dónde le viene ese interés por la vida extraterrestre, Maximino? 

– Pues mire Ud, yo creo que es desde que fui pastor durante tantos años. Se veían encima las estrellas, el firmamento, que hace tiempo era más negro que ahora, lleno de estrellas brillantes, y a mí me parecía como que oía ruidos en la noche, que llegaban de allí arriba. Y… siempre pensé que en aquella inmensidad negra, enorme, llena de mundos y de ruidos, debía haber muchos otros planetas habitados, muchas gentes que un día llegarían a contactar con nosotros. 

– Y ahora una curiosidad ¿por qué tienen tanto protagonismo en sus novelas los policías, las fuerzas de seguridad del Estado? 

– Pues lógico, porque yo mismo he pasado mi vida entera en esa circunstancia, de perseguir ladrones, de buscar el orden en todo, de hacer respetar la ley, por encima de cualquier otra pasión o contingencia… 

– ¿De qué manera está la provincia de Guadalajara reflejada en sus novelas, Maximino? 

– De muchas maneras. Quizás el haber vivido hasta los veinticinco años en Villacadima y por conocer perfectamente las montañas de la zona, los montes, las cuevas… es por lo que he ambientado ahí varias de mis novelas. Sobre todo en el pico Ocejón, pues desde que tengo uso de razón lo recuerdo como un pico especial que me llamaba como con voces propias. 

– Aunque me imagino la respuesta…. ¿Cuál es la comarca que más le gusta de Guadalajara? 

– Pues claro, la mía, la Sierra Norte que llaman ahora. Villacadima está a una altitud de 1.341 metros sobre el nivel del mar, un poco menos que Galve de Sorbe: en esa zona no llega jamás la polución, sus pinares son extensos y bellísimos, y hay allí oxígeno para todos cuantos quieran llegar… 

– A ver si me puede contar alguna anécdota vivida en su tierra más o menos recientemente… 

– Pues ocurrió que hace unos diez años, yo acostumbraba a ir, al menos una vez al mes, por Villacadima. Y estando en pleno invierno, con un tiempo malo y un frío que pelaba, habiendo solo dos casas abiertas, llegó un señor que quería verlo, y yo con mucho gusto le acompañé a dar una vuelta por el pueblo, y se fijó en la Casa Ayuntamiento, que como quizás sepa Ud. es un edificio de grandes proporciones , con dos viviendas, salón de  Concejo, Secretaría y Escuelas. Y este señor dijo que qué lástima de edificio, que le iban a dejar  hundirse…, y seguimos camino de la Iglesia y me preguntó que quien le facilitaría la llave de la Iglesia, y  le dije que la tenía el señor cura de Galve del Sorbe, y le di los datos para que se la pidiera… el tal señor me dijo luego que él trabajaba en la Universidad de Acalá de Henares, y que tenía mucho interés en que Villacadima fuera mejor conocido, y se recuperara todo. Total: que a los pocos días vi con sorpresa que ese señor salía, en fotografía, en el diario Nueva Alcarria, resultando ser el Rector Magnifico de la Universidad. Era el señor Manuel Gala, total nada! 

– Sigue leyendo, Maximino? 

– Ya por la edad voy teniendo más problema, por la vista, pero sí, leo bastante… 

– Y cuales son sus autores preferidos, si se puede saber 

– Pues mire, aunque mal me esté el decirlo, pero los autores que más me gustan son Ud. y el señor Serrano Belinchón, que viene mucho por estos pueblos, concretamente por Cantalojas. Yo de Ud. tengo algunos libros, y de los dos leo sus crónicas. Y luego Manuel Leguineche, que me han gustado siempre  mucho sus crónicas y libros, y me llama la atención aún que, siendo vasco, ejerce de alcarreño, como otros lo hicieron antes, como Camilo José Cela, Benito Pérez Galdós, Dámaso Alonso, y otros  muchos, a los que me gusta leer. 

Con esas respuestas, hechas desde su sencillez y con el corazón puesto encima de la mesa, en medio de la conversación, dejamos a Maximino Muyo Rubio, que sabe bien de las razones que llevan a que los libros, y la lectura, colmen una vida y aún la den alas para seguir desarrollando libros, escritos, novelas… 

Apunte Final 

Los argumentos de las novelas de Muyo 

Las seis novelas que le han puesto en la vitrina destacada de las librerías, son imágenes de una sociedad del futuro, con ribetes muy acentuados del pasado y el presente de nuestra provincia. De una parte, a Muyo le atraen los temas de extraterrestres, vida interplanetaria y mensajes llegados desde el más allá. Por otra, fundamenta la acción de sus novelas, y de los personajes que las protagonizan, en serranos valientes y decididos, que bien a través de grandes negocios y empresas, bien desde la perspectiva de su servicio a la sociedad desde la policía o la guardia civil, van desgranando con sus anécdotas y aventuras unas interesantes peripecias que quedan fraguadas en los seis títulos siguientes, resumidos en breves palabras por su propio autor: 

1. Entre El Cielo y la Tierra. Es un largo relato en el que dos niños de un pastor, que con trece y once años se quedan huérfanos de padre, comienzan a pastorear el ganado que guardaba su padre, y su patrón les protege en su adolescencia, llevándoles con él a Zaragoza para que estudien en la Universidad: como ambos niños tenían el don de la ubicuidad, se van trasladando a planetas lejanos por medio de la transfiguración. Esta novela se desarrolla en un pueblo de Guadalajara y en Zaragoza. 

2. El hombre que quiso saber demasiado, trata de un abogado, hijo de unos marqueses, que con treinta  años sólo hacía que leer libros en el parque del Retiro. Un día se le acerca un joven solicitando limosna  y se hace amigo de él. Los padres del pobre son de Cantalojas, por lo que decidieron hacer un viaje por aquellas tierras. Esta novela se desarrolla en los pueblos de Tamajón, Cantalojas, Villacadima, Galve del Sorbe y otros, En ella, su protagonista quiere hacer   experimentos  contratando dos  científicos extranjeros para  investigar en un laboratorio secreto la creación de monstruos. 

3. El hombre que soñó con otros Mundos trata de un joven universitario que estudia Ingeniero Aeronáutico, y en sus vacaciones comienza a investigar con artilugios rudimentarios en un pueblo de la provincia de Huesca, fabricados por él, en una fragua de sus abuelos, sobre la posibilidad de viajar a otros planetas en cohetes por él fabricados… convence a otros tres universitarios que estudiaban la misma carrera y eran del mismo curso, dos amigas y un amigo, y una vez terminada la carrera se deciden a hacer una nave espacial, la envían a Venus (esto ocurre en el año 2030), y suceden multitud de peripecias entre los terrestres y los venusianos. Esta novela está ambientada en la provincia de Huesca y sus hechos se desarrollan entre los años 2020 al 2070. 

4. El Apasionado. Está protagonizada por un joven de dieciocho años de edad, que propone a su padre comprar un tractor  y se lo niega. Abandona entonces el domicilio familiar, ya en Madrid, y decide trabajar y estudiar el Bachillerato para ingresar en la Policía Secreta de la época; una vez conseguido,  al salir de la Academia de Policía  es destinado a Barcelona, donde  hace unos Servicios extraordinarios de repercusión nacional, llegando al empleo de Comisario. Esta novela se desarrolla en Madrid y Barcelona. 

5. El Hechicero Generoso. Trata de un adolescente que, con catorce años, cuando su padre  quiere que pastoree su rebaño, como lo habían hecho sus otros cinco hermanos, se escapa a Madrid, a casa de un tío, y cuando va su padre a por él, tiene que ingeniárselas para que no le encuentre. Poco después descubre que tiene poderes sobrenaturales, y a partir de ese momento los emplea en bien de la Humanidad. Se desarrolla en Madrid capital. 

6. Roque y los Fantasmas. El protagonista es  un adolescente, hijo de un abogado de Madrid, que quiere saber todo  sobre el ocultismo, leyendo muchos libros de estos temas. Esta novela se desarrolla en el Pico Ocejón y en la sierra de Cantalojas. Todas estas obras han sido publicadas dentro de una colección titulada “Palabras Mayores”.