Hacia una Molina sostenible

viernes, 7 octubre 2005 0 Por Herrera Casado

 

Esta semana va a trabajarse en Molina un Congreso. No digo a celebrarse, porque eso suena a fiesta y jolgorios. Va a trabajarse, porque es de lo que se trata: de poner encima de la mesa, de una vez por todas, el problema, y buscarle soluciones entre todos.

Del 5 al 7 de octubre, en Molina tendrá lugar el 6º Congreso Regional de Ciudades y Pueblos sostenibles de Castilla-La Mancha. Una oportunidad única para tratar, desde la perspectiva de lo que otros ya han hecho, la medicina que precisa el Señorío para seguir vivo. Más allá de los cronicones históricos, de las algaradas medievales y el patrimonio monumental y natural. Más allá de los discursos y las consabidas frases de desesperación: una apuesta por el futuro, por adoptar soluciones, que en muchos casos serán polémicas y difíciles, para inyectarle vida a la comarca.

Un Congreso y un libro

Coincide la puesta en marcha de este Congreso de Ciudades y Pueblos sostenibles, con la aparición de un libro que, también polémico, ha escrito el actual alcalde de Molina, Pedro Herranz Hernández. Una obra breve pero enjundiosa, en la que se mezclan experiencias vividas a través de su profesión de profesor de inmigrantes, con la pasión de su vida, que ha sido su propia tierra, el Señorío de Molina.

Es curioso constatar cómo –al menos yo he conocido varios- han surgido de Tierra Molina personas con gran empuje, formación intelectual, capacidad de mando y decisión, creadores de opinión, grandes oradores, sabios verdaderos, que han escrito y trabajado por sacar adelante el Señorío. Y este siempre ha ido a menos, a quedarse cada vez más vacío y alejado. Pedro Pérez Fuertes, el que fue su Cronista hace 20 años, fue uno de ellos. Claro Abánades, otro. José Sanz y Díaz. Y muchos otros. Ahora es Pedro Herranz, con unas ideas aún más claras, con posibilidades de actuación, con respetabilidad innegable. ¿Será posible que también sea vencido y sus ideas dispersadas por el viento? Eso nos haría creer en una fuerza suprahumana, un telúrico viento o un dragón mezcla de carne verde y artromecánicas que se opone a ello. Y que solo un David sabio y prudente sea capaz de vencerlo, arrojándole la piedra justo en el ojo en que le duele.

Literaturas aparte, esta semana hay una oportunidad nueva para Molina y su Tierra. Y nadie allí, ni en el resto de la provincia y la Región, debe dejar escaparla. A ello se han dispuesto los molineses, y la presentación, informal, que el pasado jueves se hacía en Molina, en el Catacaldos de la plaza de San Pedro, del libro “Molina de Aragón y su Tierra ¡sostenibles! De Pedro Herranz era el primer empujón para ello.

Soluciones drásticas

Analiza fríamente,-aunque se le ve la pasión, brilla sin poder evitarlo- la situación y las posibles soluciones. El futuro de una tierra está en sus gentes. No hay otra fórmula milagrosa: donde hay población, hay vida, hay iniciativas, se venden y se compran cosas, uno de cada cien es un habitante con ideas y capaz de mover a los demás… pero si no hay gente, si está vacía, allí no se moverá nada.

La idea de Herranz es apostar claramente, descaradamente diría yo, por los pueblos con escuela. Ayudarles a mantenerla, y poner condiciones a los demás para que lleguen ayudas, frontones y jardincillos: que tengan escuela. Parece una nimiedad, pero ahí está la clave. El surgimiento de población, apenas perceptible, que está comenzando a haber en Molina (y la inmigración es quien tiene la clave del fenómeno) ha desfasado las cifras que conozco, y que eran estas, hace unos diez años: 10.000 habitantes en todo el Señorío, poco más de 3.000 en la capital, y menos de 100 niños menores de 3 años en todo el territorio. La suerte estaba echada. Aquello se quedaría vacío, antes o después.

Son muchos los factores con los que se juega, y ninguno fácil: el clima frío, las distancias a los grandes centros productivos, un desgraciado suceso (el incendio de 13.000 hectáreas de pinar en el Ducado, este verano de 2005), y la apatía de la mayoría de la población, acostumbrada a pedir ayudas, subvenciones, planes venidos de Europa, han dejado a Molina como paralizada, tocando fondo.

En este Congreso, al que acuden destacados especialistas en el tema del “Desarrollo sostenible” y la apuesta del alcalde y presidente de la “Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra”, se va a tratar de todo aquellos que suponga una vía de crecimiento, de expectativa real, y de estructura y pedir los recursos para ponerla en marcha.

En el libro de Herranz hay varios títulos que ya dan el tono de la publicación. En uno se lee: “Es más fácil llorar que arrimar el hombro”. En otro: “Los nuestros no vendrán nunca ¡somos nosotros!”. Y aún más. “Qué puedo hacer yo por mi tierra”. Todo ello, adobado con anécdotas de inmigrantes, con una historia de amor, con bandos de la alcaldía, con la relación de cosas hechas en los dos últimos años, con el listado de pueblos del Señorío, y un largo etcétera de temas, breves y claramente expuestos, que nos dan una idea clara: detrás de la portada hay un mundo, y un timonel que lo gobierna.

Aparte

El Congreso de Ciudades Sostenibles

 Del 5 al 7 de octubre, se está celebrando en Molina el 6º Congreso Regional de Ciudades y Pueblos sostenibles de Castilla-La Mancha. La manida palabra “sostenible” tiene un claro significado: que se mantengan por sí mismos, que tengan la suficiente carga de productividad como para que lo que allí ocurre no necesite de la ayuda de otros. Que los fundamentos del futuro, y las mejoras, se basen en elementos que están allí, que no haya que traerlos de fuera.

Un numeroso plantel de estudiosos, técnicos y especialistas en gestión pública darán su visión de la actual Tierra de Molina, y propondrán soluciones.

Una de ellas, acaba de llegar, con la voz del presidente Barreda, en forma de concesión de un Parador Nacional de Turismo. Mucho parece, en una tierra acostumbrada a dar, más que a recibir. Pero el dato está ahí, y habrá que ponerse a trabajar ya para que se pueda inaugurar pronto, y dignamente. Molina lo necesita como el beber.

Aparte

El libro del alcalde

Pedro Herranz Martínez, alcalde de Molina, y con algunos títulos más en su haber, acaba de publicar un libro que habla de su tierra, en la que ha nacido, y a la que en estos momentos dirige. Su título es “Molina de Aragón y su Tierra ¡sostenibles!”, tiene 120 páginas, algunos grabados, un plano del señorío, unas estadísticas, y un enjundioso texto que se lee de corrido, con pasión y gusto. Está editado por AACHE, y hace el número 15 de la Colección “Letras Mayúsculas” en la que se incluyen textos variados y siempre polémicos. Un libro de obligada lectura, para los molineses, y para todos a quienes preocupe el futuro de esa tierra, que está más unida de lo que algunos creen a la nuestra: la provincia es hoy, casi dos siglos después de su creación, un todo único.