Heráldica cifontina

viernes, 16 septiembre 1988 0 Por Herrera Casado

 

Entre las fuentes más relevantes para el estudio de la historia, figura la heráldica, y al mismo tiempo podemos decir que es ésta una de las parcelas más hermosas e interesantes del patrimonio artístico y monumental de una tierra. En Guadalajara, afortunadamente, y a pesar de lo mucho que se ha perdido, aún podemos encontrar multitud de escudos, centenares de escudos repartidos por casas, palacios, iglesias y fuentes de nuestros pueblos.

Haremos hoy un recorrido por algunos de los más señalados escudos de la villa de Cifuentes, sin querer agotarlos todos, pues los hay todavía, como el de la «casa de los Gallos», que son verdaderamente espléndidos e interesantes para su estudio. Tocaremos hoy algunos de los más relevantes.

Sea el primero el escudo de armas que aparece sobre la pared frontal, en el piso inferior, bajo los soportales, del Ayuntamiento de Cifuentes. Se trata de un solo campo, en forma de pergamino, en el que surge un león rampante. Es el emblema heráldico del apellido Silva, propio de los condes de Cifuentes. Este escudo, obra del siglo XVII, estuvo presidiendo durante mucho tiempo la fachada principal del palacio de los condes de Cifuentes, asentado en la plaza mayor del pueblo. Pero tras la Guerra de Sucesión, y por el apoyo que estos nobles prestaron a la causa del Archiduque Carlos, facción perdedora en la contienda, el rey Felipe V mandó arrasar su casona mayor, y levantar en su lugar el Ayuntamiento del pueblo, tal como hoy lo vemos. Solo se salvó del antiguo edificio una lápida y este escudo, que fue colocado en la fachada del Concejo.

Es el segundo de los escudos el perteneciente a un desconocido hidalgo, que figura sobre la pared principal, a la altura del primer piso, de una casa de arquitectura popular que se encuentra frontera del antiguo hospital gótico del Remedio. Esta casa tiene en su parte posterior unas hermosas arcadas del siglo XVI. Sin embargo, el emblema heráldico de su fachada, tallado en alabastro blanco, roto en varios fragmentos, es posterior, al menos del siglo XVII. Presenta cuatro cuarteles, habiendo identificado solamente los dos inferiores, que pertenecen, respectivamente, a los Guevara y a los Mendoza. La representación de este último apellido es, sin embargo, curiosa, y posiblemente alude a una familia muy secundaria de la rama principal, pues el escudo partido en sotuer se rodea de una cadena, y en los campos en que tradicionalmente traen los Mendoza del Infantado su frase «Ave Maria Gratia Plena», este enseña cuatro panelas, referencia a la rama de los Hurtado de Mendoza. La cimera del escudo es muy bella: una celada terciada, mirando a la diestra en símbolo de legitimidad, adornada ella y el escudo todo de lambrequines profusos.

Un tercer escudo cifontino ponemos, en dibujo esquemático, entre estas líneas. Se trata ahora del que preside la entrada a la iglesia del convento de Belén o de monjas capuchinas, que fundara el cuarto conde de Cifuentes, don Fernando de Silva, en 1527. Este emblema, sin embargo, no estuvo primitivamente en ese lugar, sino que perteneció, como toda la fachada de bien tallada piedra en la que se incluye y a la que remata, al antiguo Hospital del Socorro. Pero el haber sido arrasado por las bombas el convento de Belén, y tras su reconstrucción por Regiones Devastadas, se puso a la entrada del templo la fachada restaurada del referido hospital. El escudo, de todos modos, pertenece al treceavo conde de Cifuentes, don Fernando de Silva y Meneses, que vivió y gobernó sus estados en la primera mitad del siglo XVIII. Es un emblema típico de esa época, complicado en sus símbolos, con la corona marquesal de Alconchel al timbre, colgando de la cual aparece un manto, y rodeando el escudo surge el collar de la Orden del Toisón de Oro, a la que pertenecía el conde. En el primero de sus cuarteles, el de arriba y a la derecha, aparece un león rampante, coronado: es el de su apellido principal, Silva. El resto de los cuarteles son entronques familiares. Entre ellos destacamos el de Padilla, el de Torres y el de Meneses, por supuesto, que se ve como escusón  central. Bien tallado y restaurado, es éste uno de los más hermosos escudos de armas de la villa cifontina, de la cual en ocasión futura pondremos algunos otros de sus emblemas heráldicos más interesantes.