La fuente de abajo, en Fuentelencina
La tarde serena, aunque fría, del otoño, invita al viaje. Horas, y aún días antes, el viajero ha estado hablando con sus amigos de la necesidad de conocer aún mejor su tierra, de tener presente, como en un retablo gigantesco, la presencia total de sus gentes, de sus tierras, de sus cosas todas. Han,…